No me preguntes porqué… probablemente no pueda responderte. Pregunta mejor el cómo, que fácil es su respuesta… Seguramente ya la sabes, ya que te la he dicho mil veces. El cuándo también sería una opción para contarte. Pero de eso hace tanto, que supongo que se ha fugado esa imagen de mi memoria. El donde… Lo he explicado mil y una veces, y estoy ya cansada de volver a repetirlo una y otra vez. En ocasiones, la tristeza me inspira más que la alegría, y claro está ya, que estos últimos meses, no han sido nada fáciles para mí. Desgracia tras desgracia, ruptura tras ruptura, desilusión tras desilusión, sueños rotos tras sueños rotos. Y aquí estas tú, intentando hacer aunque sea un poco peor mi vida, que aunque no lo parezca, frustrante. Sigues sin darte cuenta, que por mucho que intentes no conseguirás nada. Sé que no es a propósito, pero tampoco me entusiasma saber, que haces mi vida un poco más mala y agonizante. Es ahora cuando siento esa fuerza de voluntad que me falta, para poder decirte adiós para siempre... lo nuestro no puede ser. Pero hazme un último favor: aunque yo te diga adiós, no te olvidaré. Tampoco lo hagas tú.
sábado, 23 de abril de 2011
۵
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Precioso y la frase del final me encanto :)
ResponderEliminar*Besos & te sigo'
oh el texto en el que me etiquetastes en el face *.* tequieroooooo:$
ResponderEliminar